Cuando miramos la evolución de los procesos de selección, lo que una empresa espera de un candidato o incluso el tiempo de permanencia de las personas en las empresas, sorprende lo rápido que está cambiando la tendencia en este ámbito.
Obviamente algunas industrias, como la tecnología hoy en día, aceleran los cambios y se convierten en agentes transformadores del mercado, otras se quedan en un segundo plano y terminan siendo más conservadoras.
Lo que sea más efectivo dependerá de la cultura de cada empresa y de la industria en la que opere, pero en términos más generales, las empresas se están dando cuenta de que la experiencia del candidato en el proceso de selección es quizás una de las formas más importantes de aprovechar la marca del empleador.
Hoy tenemos acceso a portales con información sobre experiencia en el proceso de selección, salario, beneficios, etc. Glassdoor es uno de los sitios de contratación y empleo de más rápido crecimiento en el mundo. En general, estos sitios tienen una base de datos en constante crecimiento de millones de reseñas de empresas, índices de aprobación de directores ejecutivos, informes de salarios, reseñas y preguntas de entrevistas, reseñas de beneficios, fotos de oficinas y más. Por lo tanto, las empresas con baja reputación difícilmente pueden tener un alto poder de atracción.
Pero ¿qué tiene esto que ver con la carrera? Yo explico:
No hace mucho tiempo, los solicitantes con múltiples títulos y esa enorme lista de cursos extracurriculares se destacaban frente a aquellos que no tenían tanta “prueba de sus calificaciones”. Pero la pregunta que siempre ha permanecido es: ¿son suficientes los conocimientos teóricos para garantizar una buena cualificación profesional?
La respuesta es no. Estos requisitos ya no cuentan como antes. Hoy, las empresas que lideran la tendencia del mercado y que cuentan con una buena área de reclutamiento y selección más alineada con las necesidades del negocio, han cambiado su forma de actuar y se han dado cuenta de esa alineación cultural y el potencial del candidato para aprender nuevas tecnologías y tipos de trabajo que el antiguo currículum de 5 páginas.
Las entrevistas que antes se hacían con preguntas ya conocidas por los candidatos (y que se podían ensayar en casa) ya no tienen espacio. Los procesos de selección modernos se basan en entrevistas basadas en competencias, donde los postulantes hablan sobre sus experiencias pasadas y el reclutador evalúa si ese comportamiento está en línea con el tipo de servicio que la persona desarrollará en su nuevo rol si es contratado.
Los programas de desarrollo interno han sido cada vez más necesarios para que los candidatos a un puesto de trabajo puedan refrescar sus conocimientos o incluso migrar de su área de actividad de acuerdo con sus propios intereses o necesidades de la empresa.
Las empresas también han optado por un proceso de selección más compartido, donde varias personas participan activamente en las entrevistas para eliminar sesgos inconscientes. Una discusión amplia sobre la participación del candidato en los diferentes lentes a lo largo del proceso elimina una opinión única o una posible desaprobación por falta de objetividad en la evaluación de los atributos concretos necesarios para desempeñar tal rol.
Más importante que nunca es la dedicación del candidato para desarrollar habilidades blandas. Las empresas han buscado cada vez más centrarse en entornos seguros para que las personas trabajen, pero se espera que los candidatos puedan trabajar en equipo, tener una buena comunicación con diferentes generaciones, saber trabajar con personas diversas y colaborar en un entorno inclusivo, tener inteligencia y resiliencia al cambio, tienen autonomía para desarrollar sus carreras y buscan adquirir conocimientos constantemente, sin depender de la empresa para diseñar este plan de viaje. La carrera es individual. La empresa está para apoyarte.
Cuando analizamos perfiles de personas que se destacan dentro de un grupo donde varias otras tienen la misma función, es claro entender que las personas que son capaces de hacer sus entregas con compromiso en tiempo y calidad, que tienen una visión holística de sus entregas y que no se limitan únicamente a su interés individual, sino que planifican las entregas con lo que es mejor para la empresa en su conjunto. El sentir y las actitudes del “dueño” hacen que la persona entienda que es parte esencial del éxito de la empresa. Este comportamiento se identifica fácilmente en personas que sobresalen en sus entregas.
El mercado ha sentido la necesidad de mirar hacia las profesiones del futuro y al mismo tiempo conseguir evolucionar el aumento de la representación de personas diversas en su plantilla. Como tal, se ha vuelto cada vez más común ver programas de capacitación acelerados donde las empresas pagan becas a grandes instituciones y luego ofrecen puestos de contratación a los mejores estudiantes. Esta es una gran oportunidad para las personas que quieren hacer una transición de carrera o que quieren volver al mercado laboral.
En términos más generales, el perfil de los candidatos ha dictado el enfoque de las empresas y las inversiones a realizar. Estas transformaciones en el mercado laboral se han ido fortaleciendo en los últimos 3-4 años y seguramente pronto tendremos otra curva de cambios. Necesitamos estar preparados para no perdernos en estas metamorfosis.
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Autora: Carla Catelan, es Head de Reclutamiento de Thoughtworks Brasil. Lleva más de 17 años trabajando en áreas relacionadas con personas en empresas tecnológicas. Sus mayores experiencias fueron en Reclutamiento y Selección, Diversidad, Equidad e Inclusión y Business Partner (LinkedIn)